Entender cómo valorar una startup no es solo un ejercicio financiero, sino un arte estratégico que impacta directamente en su crecimiento y supervivencia. En este artículo exploraremos los métodos más relevantes, sus fórmulas, ejemplos prácticos y consejos para combinar enfoques y evitar sesgos comunes.
La clave es controlar la dilución a largo plazo y transmitir profesionalidad frente a inversores, alineando expectativas y garantizando un camino sostenible hacia el éxito.
Una startup se caracteriza por tener alta incertidumbre y riesgo y poco historial financiero. Su valoración depende más del potencial de escalabilidad y crecimiento que de resultados presentes.
En empresas maduras predominan los múltiplos de EBITDA o el DCF clásico. Sin embargo, en startups emergen métodos cualitativos o híbridos, enfoques de mercado y orientados al inversor que capturan este perfil de alto riesgo.
Los objetivos de una valoración precisa incluyen:
Existen cinco grandes familias de métodos:
Cada uno aporta una visión distinta y suele combinarse con al menos otro para equilibrar rigor y pragmatismo.
Se basa en comparar la startup con empresas similares en sector, etapa y geografía. Los múltiplos más usados son EV/Revenue y EV/EBITDA. En fases tempranas, se valoran métricas de usuarios (MAU), CAC o churn.
Ejemplo: una startup SaaS con 1 M€ de ARR y múltiplo de 5× Revenue tendría un valor aproximado de 5 M€ antes de ajustes por tracción o equipo.
El reto principal es encontrar apples-to-apples reales y ajustar por diferencias clave.
Este método proyecta flujos de caja a 5–10 años, descontados a una tasa que refleje el riesgo (20–40%). Incluye cálculo de valor terminal por perpetuidad o múltiplo de salida.
Pasos esenciales: proyecciones de ingresos, cálculo de la tasa de descuento, valor presente neto, valor terminal y ajustes finales. Es más útil desde Series A en adelante debido a la incertidumbre pre-revenue.
Parte del valor de salida esperado y del múltiplo de retorno que exige el inversor. Se calcula:
Valor actual = Valor de salida proyectado / Múltiplo de retorno objetivo
Ejemplo: si el VC espera una salida de 120 M$ y busca un retorno de 12×, el valor pre-money máximo sería de 10 M$. Luego se ajusta por diluciones y participación requerida.
Este enfoque está alineado con cómo piensan los inversores de capital riesgo.
Ideal para startups pre-revenue. Asigna un valor máximo a cinco factores que reducen el riesgo:
Se asigna un valor parcial a cada factor según el grado de cumplimiento.
Utiliza la valoración media pre-money de startups comparables y la ajusta según un scoreboard de factores clave (equipo, TAM, tecnología, competencia, marketing y riesgos adicionales).
Pasos: identificar la valoración media, asignar pesos y calificaciones (mejor, igual, peor), calcular un factor global y multiplicarlo por la media.
Ofrece un marco cuantitativo y transparente para la negociación.
Amplía el Scorecard analizando alrededor de 12 factores de riesgo (mercado, tecnología, negocio, financiamiento) y sumando o restando valor según sean mayores o menores al estándar.
En 2025, los valuaciones medias por ronda muestran:
Los múltiplos EV/Revenue en SaaS oscilan entre 4× y 8×, según tracción y crecimiento.
La mejor práctica es combinar al menos dos enfoques, por ejemplo, un múltiplo de mercado con un VC Method, y validar con Scorecard o Risk Factor Summation.
La valoración de startups es un proceso complejo que equilibra datos duros y juicio estratégico. Conocer cada método, usar ejemplos prácticos y entender los sesgos te permitirá tomar decisiones más informadas.
Recuerda que una valoración bien fundamentada no solo protege tu participación, sino que también fortalece tu credibilidad ante inversores y allana el camino hacia un crecimiento sólido y sostenible.
Referencias