En la era digital, los datos dejan de ser un subproducto para convertirse en un activo estratégico comparable a cualquier recurso financiero. Las entidades financieras más visionarias ya han iniciado un viaje de transformación en el que cada bit de información se convierte en una oportunidad de crecimiento, eficiencia y ventaja competitiva.
Este artículo explora cómo la monetización de datos se perfila como el nuevo oro digital, capaz de generar tanto ingresos directos como beneficios indirectos, desde la prevención de fraude hasta la optimización de procesos y la creación de nuevos modelos de negocio.
La monetización del dato es el proceso de convertir datos brutos en valor económico tangible. Consiste en identificar, extraer y aprovechar patrones e insights que permitan:
Para estructurar la estrategia es útil distinguir entre dos ejes:
El volumen de datos en el mundo crece de forma exponencial, impulsado por transacciones, dispositivos IoT y actividades digitales de usuarios. En este contexto, las organizaciones “data-driven” obtienen:
• Mayores ingresos y rentabilidad. • Reducción de riesgos y time-to-market. • Innovación continua en productos y servicios.
Consultoras como McKinsey y Gartner sitúan la palanca esencial de crecimiento económico en la monetización de datos, con inversiones millonarias en analítica avanzada e IA. En el sector financiero, este fenómeno se intensifica por la naturaleza intrínsecamente centrada en datos de transacciones, riesgo y comportamiento del cliente.
La monetización del dato en finanzas se despliega en ámbitos internos e internos muy concretos. A continuación, algunas de las aplicaciones más relevantes:
En paralelo, las entidades exploran esquemas de Data as a Service y Insight as a Service, donde no solo comparten el dato, sino también el conocimiento aplicado sobre él.
Existen múltiples formas de estructurar una propuesta de valor en torno al dato. El siguiente ejemplo de tabla resume los modelos clave adaptados al sector financiero:
Monetizar el dato conlleva desafíos críticos:
• Privacidad y cumplimiento normativo: adaptar flujos de datos a GDPR y regulaciones locales. • Gobernanza y calidad: garantizar datos fiables, actualizados y libres de sesgos. • Transparencia y confianza del cliente: explicar el uso de sus datos y ofrecer valor claro a cambio.
Superar estos retos requiere la conjunción de tecnología, procesos y una cultura empresarial centrada en la responsabilidad y la ética.
La monetización del dato se ha convertido en la nueva frontera del crecimiento y la innovación en finanzas. Tratar los datos como un activo estratégico abre puertas a ingresos adicionales, eficiencia operativa y experiencias de cliente excepcionales.
Las organizaciones que adopten una visión integral—que combine modelos internos y externos, directos e indirectos—liderarán el mercado. El reto está servido: es el momento de extraer el oro de la información y forjar el futuro financiero con la fuerza de los datos.
Referencias